Bullying en el Trabajo.
Mucho se ha hablado ya del bullying en las escuelas primarias, de enseñanza media y en las universidades, pero poco se sabe que en las empresas y lugares de trabajo también se da este fenómeno.
De hecho, el bullying laboral es tan común que lo más probable es que o lo hayas experimentado o hayas sido testigo de este abuso a algún compañero de trabajo.
Pero, ¿qué es exactamente el bullying laboral? Cuando se piensa en bullying la primera imagen que nos viene a la mente es la de un estudiante fortachón amenazando a puños a un nerd o las clásicas chicas chismosas y crueles burlándose de alguien menos popular; pero la realidad es que muchos adultos sufren bullying a diario en sus lugares de trabajo.
De acuerdo al Workplace Bullying Institute, una organización radicada en Washington, Estados Unidos, creada para ayudar a los empleados que sufren bullying, el término se puede definir como “maltrato lo suficientemente severo como para comprometer la salud de un empleado, poniendo en peligro su carrera laboral y haciendo tensas las relaciones con sus familiares y amigos”.
En otras palabras, el bullying laboral es aquel comportamiento abusivo que hace que los empleados se sientan incómodos y que tiene un impacto negativo en la vida de los empleados dentro y a fuera del lugar de trabajo.
El bullying laboral incluye:
- Amenazas personales
- Comentarios despectivos
- Humillación pública
- Tácticas de intimidación
- Abuso verbal
- Excluirte a propósito de reuniones o discusiones
- Demandas excesivas, fechas límite imposibles o peticiones irrazonables
Por lo general, los bullies tanto en las escuelas como en los lugares de trabajo, son aquellas personas que por sus propias inseguridades tienden a intimidar y humillar a sus “objetivos” con la esperanza de ganar o mantener cierto poder y status.
Pero específicamente en el ambiente laboral, el bullying ocurre de gerentes o directivos a sus empleados, con la diferencia de que en la primaria podías hablar con la maestra de confianza o con algún orientador; mientras que aquí el riesgo de perder el trabajo está en juego.
Este fenómeno también ocurre entre compañeros de trabajo del mismo nivel, y aunque emplean las mismas tácticas que los supervisores (hostigamiento, ofensas, abusos, etcétera), su propósito es avanzar en sus carreras y no permitir que los demás resalten o consigan promociones ni aumentos de sueldo.
Tan solo estamos empezando a descubrir la frecuencia y la gravedad del acoso personal. En Bullying entre adultos, el psicólogo Peter Randall recurre a las voces tanto de los acosadores como de las víctimas para revelar el sufrimiento que padecen muchos adultos.
Describe el proceso por el cual los niños acosadores se convierten en adultos acosadores, a menudo conscientes de su comportamiento, pero incapaces de cambiarlo. El lugar de trabajo y el vecindario sustituyen al patio del colegio, pero las tácticas y los esquemas de recompensa siguen siendo los mismos. La víctima adulta tiene poco o ningún poder más que la infantil, viéndose obligada con frecuencia a cambiar de trabajo para escapar del acosador. Y muchos jefes, del mismo modo que muchos maestros, no prestan a las quejas de la víctima la atención que merecen, prefiriendo creer que se trata de reacciones excesivas injustificadas.
Bullying entre adultos será de gran utilidad para los directivos, consejeros, trabajadores sociales y cualquiera que haya sufrido acoso. Se analizan modos efectivos de enfrentarse al bullying en la comunidad y en el lugar de trabajo, con especial atención a las implicaciones para los gerentes y los empleados.